Rue Lepic, Montmartre, Paris Jueves 7 de marzo de 2019…
NATURALEZA. Campos florecidos. Entrega nº 4
Rue Lepic, Montmartre, Paris *
Miércoles 6 de marzo de 2019 *
Por unos niños disfrazados por la calle, recordé ayer, martes de carnaval, los grelos florecidos.
Solían florecer alrededor de nuestra casa por estas fechas, porque estoy entre ellos, con mis hijos vestidos de invierno, en una foto. Al fondo la casa. Nuestra casa, siempre queda al fondo, al estar casi en lo alto del monte, muy pegada a la tierra.
Mi padre, cuando la hice, me dijo que había hecho muy bien, porque la casa ni se veía. Yo tenía esta obsesión, que tocara la Naturaleza. Todo lo contrario de lo que debía hacer. O no. Porque quizás es lo más bonito de nuestra casa, lo cerca del paisaje que está el tejado, que casi ya ni se ve, entre la bruma rosada de los robles, cuando florecen los grelos.
En ese momento ya no sirven los grelos para el caldo y entonces entran las vacas a sestear, con sus ojos soñadores entre las flores. Desde la ventana de mi cocina, se ven los campos florecidos de lejos, como el humo de las chimeneas, y la bruma del río a primera hora de la mañana, que es como un respirar del aire sobre el agua.
Es el grelo una planta crucífera de semillas diminutas, pequeñas y negras como puntos suspensivos, que alumbran el paisaje cuando, por carnaval, como si también ellas se disfrazaran, visten las leiras de amarillo.
Empiezan entonces a verse los primeros insectos y las primeras mariposas limoneras, de alas también amarillas, un poco verdosas, de limón temprano; y todo se llena de luz, bajo la lluvia.
© Mónica Fernández-Aceytuno, 2019
Continuará….
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Foto: Flor y fruto en silicua del grelo (Brassica spp.)