En el lienzo de Velázquez de los santos Antonio Abad…
Otoño
Otoño,
sazón
de los
frutos
de la
luz
y de las
ramas.
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Buenos días,
Mónica
FOTO: @aceytunos en Instagram
Entra el otoño en el hemisferio norte por lo que el día durará lo mismo en todo el mundo, doce horas de luz y doce de oscuridad, al alcanzar el equinoccio.
Hay pocas cosas que se igualen en el mundo, una de ellas es la luna, que vemos en la misma fase en todas partes, y otra la luz del equinoccio de primavera y del equinoccio de otoño.
En este hemisferio nos toca el triste acortamiento de los días, pues se reduce en tres minutos cada día el tiempo que está el sol sobre el horizonte, y se pierde un minuto de luz cuando amanece, y dos por la tarde. Y esto es lo que yo más noto: el acortamiento acelerado de los días, que llegue tan pronto la noche, y que se vaya la luz de amanecer, dorada, que tienen las tardes.
Ahora mismo se oye cantar a los pájaros de una manera más tímida. Al lado hay un campo recién arado, que es el vuelta a empezar de la tierra que no descansa. La hierba todavía está blanca de rocío, porque este sol ya no la seca aunque sean casi las diez de la mañana.
Una libélula, viene cuando el sol está en lo más alto a sobrevolar el agua de la alberca, como todos los años por estas fechas. Nunca sé si es la misma o es su descendiente, si los insectos son como las aves que anidan siempre en el mismo sitio. Lo que están desapareciendo ya, menos mal, son las moscas, porque las moscas suelen dormir al raso, y las noches son ya más frías.
Si no fuera porque ha amanecido más tarde, podría ser hoy un día de verano.
Tiene el aire la bruma de los días soleados. Y la quietud de las vacaciones. Pero ya casi es otoño, los colegios han empezado, el orden de vida.
Si todo quedara aquí.
Si no viniera la oscuridad.
Si siempre fuera el principio del otoño.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 20-9-2008
aceytuno.com