Mientras saboreo los higos, llama mi atención un grupo de ciervos que se escabullen entre las sombras de pinos, quejigos, encinas y helechos, quizás estén ya barruntándose la berrea.
Crónica de Juan Carlos Delgado Expósito
Mientras saboreo los higos, llama mi atención un grupo de ciervos que se escabullen entre las sombras de pinos, quejigos, encinas y helechos, quizás estén ya barruntándose la berrea.
Crónica de Juan Carlos Delgado Expósito
Crónica de Juan Carlos Delgado Expósito