En verano, la marisma, seca y resquebrajada, permite el paso del vehículo sin ninguna dificultad, y luce como un espejo por efecto de la sal acumulada en el suelo, de ahí el nombre de lucios que reciben las manchas de agua entre las islas de juncos y
En verano, la marisma, seca y resquebrajada, permite el paso del vehículo sin ninguna dificultad, y luce como un espejo por efecto de la sal acumulada en el suelo, de ahí el nombre de lucios que reciben las manchas de agua entre las islas de juncos y