Ha llegado hoy un libro que había encargado nada más…
Río Congo desde Kinshasa, al atardecer
Casi no tengo tiempo de tomar notas ni de bajar las fotos para que las veáis por aquí.
La conexión, además, no siempre es buena, y mi pensamiento vuela mientras asombrada miro todas y cada una de las personas con las que me encuentro por esta gigantesca ciudad, Kinshasa, extendida como una alfombra, cuya población oscila, segun preguntes, entre los 12 y los 17 millones de personas.
La soledad del río, sin embargo, me ha parecida inmensa, como si fuera un agua para contemplar, como yo esta tarde, desde la orilla.
Os iré contando más cosas, ¡lo prometo! es muy tarde, y el día empieza por aquí muy pronto, y yo escribo mis cartas del Congo de noche mientras me caigo de sueño bajo esta mosquitera que cada día me parece más inocente al lado de lo que observo ahí fuera.
Un fuerte abrazo para todos,
Mónica