Ahora que por vez primera diviso los plátanos de paseo por encima de sus copas desde mi terraza, me he dado cuenta de que tienen hoy lo que, de lejos, parecen cerezas.
Estando contemplando la crecida del río Alcarrache a su paso por Bogaña, nos dimos cuenta de que un perrillo, arrastrado por la riada, había conseguido refugiarse en un pequeño islote.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para analizar su navegación y ofrecerle un servicio más personalizado y publicidad acorde a sus intereses. Continuar navegando implica la aceptación de nuestra Política de CookiesCerrar aviso